26 de marzo de 2011

Obsolescencia Programada

Hace un tiempo me encontré en la ardua tarea de realizar un trabajo para la facultad, y luego de horas de trabajo en el mismo, con la satisfacción de un trabajo bien hecho en la joroba llegué al momento cúlmine del mismo, la impresión.

Grata sorpresa la mía cuando la impresora no funcionaba a pesar de no tener ni 1 año de uso (más que moderado por cierto). Ante tal disgusto (y la entrega del trabajo como fecha límite) me dispuse a hacer lo que todo usuario: cambio de cartuchos, inútil, no reconocía los cartuchos o los identificaba como Vacíos a pesar de estar chorreando de tinta; Servicio técnico, intentaron destapar los inyectores pero estaban "muy tapados" (palabras textuales de "expertos" ¬¬); e incluso busqué alguna solución vía internet (o al menos alguien que dijera SI son arreglables). Pues no encontré anda de ello y la única respuesta que se me dio fue "Por lo que sale arreglarla te conviene comprar otra" o "Quizás en algún lugar te la toman como parte de pago para comprar otra". Ambas respuestas me resultaban muy poco satisfactorias.

Momentos como este me hacen recordar a cada momento en que un aparato "nuevo" se rompe, y mientras mis padres cambiaban la heladera por 3ra vez desde que tengo memoria (menos de 25 años) mi anciana abuela continuaba con el uso de la suya que poseía desde mediados del siglo pasado.

Ya no es sorpresa para nadie que la sociedad en la que vivimos, capitalista como la gran mayoría, depende del consumismo de la población para que la economía sea sustentable. Y el afán por el dinero de esa elite que quiere todavía un poco más de lo mucho que ya tiene hace que ese círculo vicioso se retroalimente constantemente.

Ya en el día a dia no puedo creer la cantidad de gente que cambia su celular cada algunos meses porque "ya esta viejo" o porque tiene solo 10 Megapixeles en lugar de los 14 que necesitan para sacarle una foto a su mascota/novio/cara; o sin el celular de moda de hoy no pueden poner en Facebook que están en una reunión importantísima (por lo que no pueden contestarles ni por msn ni por el mismo facebook, así que esperenlos a que terminen). El cual no solo no necesitan, sino que se los venden a precios exorbitantes, o a un módico precio si están dispuestos a hacer el gasto extra de manera mensual en un abono.

Con todo esto encima y el malhumor de que iba a tener que gastar unos cuantos $$ en impresión al menos encontré un documental sobre la obsolescencia programada el cual disfrute bastante y me hace volver a escribir en mi tan abandonado blog.

El Documental se llama Comprar, Tirar, Comprar y es producido por la cadena española RTVE y comienza exactamente como les describí mi desventura.

Que de paso para todos los que tengan una impresora EPSON y comiencen a tener problemas con la misma aquí les dejo la página que aparece al final del documental y el link al programa con el cual pueden resetear el contador de la impresora (contador que hace que la misma deje de funcionar) o en los casos que no se pueda esto realizas un freeze del mismo.




Y como bonus les dejo también la página donde pueden ver en vivo la bombita de luz incandescente de Livermore que lleva más de 100 años encendida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muuy Bueno!!! y Muuy cierto!!